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Santuario de Loyola

Azpeitia, Gipuzkoa/Guipúzcoa

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Vista desde la lejanía, la Basílica de Loyola podría recordarnos ligeramente al Vaticano con esa majestuosa cúpula que remata una fachada llena de columnas y pilastras y rematada por una linterna llena de ventanas que prometen un espectáculo de luz en el interior. Si esa ha sido nuestra primera impresión, no andamos demasiado desencaminados. El templo fue diseñado en el siglo XVII por uno de los discípulos de Bernini, Carlo Fontana, quien creó un llamativo pórtico churrigueresco que hace juego con el altar mayor de retorcidas columnas que podemos ver dentro del edificio y cuyo centro ocupa una estatua de San Ignacio de Loyola . Pero además de ser una referencia del arte barroco de nuestro país, es el corazón del Santuario de Loyola, un punto de visita imprescindible dentro del turismo religioso del País Vasco.
Convertido en un importante centro de peregrinación, dentro del recinto del santuario también podemos encontrar la Casa-Torre de los Loyola, declarada bien de interés cultura y epicentro del desarrollo del Santuario, hoy llamada Casa Santa. Del exterior es posible que nos llame la atención la dualidad de aspecto que presenta: mientras que la parte inferior de la construcción, del s. XIV, se parece a una fortaleza con su recia piedra y la escasez de vanos, la superior, edificada por el abuelo de San Ignacio de Loyola en 1460, muestra un aspecto más palaciego con ladrillos vistos, un bien número de ventanas y decoración mudéjar. En el interior, un aroma de espiritualidad sirve de guía por las diferentes estancias hasta llegar a la Capilla de la Conversión, lugar junto al oratorio, donde Ignacio de Loyola encontró su vocación y destino.
 

Localización

Loiola Auzoa, 16 20730 Azpeitia