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Playa de Langosteira

Fisterra, Coruña, A

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Los peregrinos que acaban el camino de Santiago tienen pendiente para su remate un baño en las tranquilas aguas de la playa de Langosteira y la purificación del alma y el espíritu, llenando de nuevos aires el manantial de sus cuerpos. Estamos en la Costa da Morte, en las rías Altas, con cerca de dos kilómetros de arena fina y blanca que nos refrescan, pues su ubicación evita los vientos y los grandes oleajes. La conjunción del paraíso del norte con la frescura del agua del Atlántico nos presenta una playa semiurbana donde también podremos degustar los alimentos del mar y de la tierra en sus varios restaurantes cercanos a la orilla. Con el coche aparcado cerquita, el paseo marítimo nos recibe para invitarnos a dar prolongados paseos. Y si miramos al mar hemos de llegar a la playa de Talón, donde se divisa por vez primera Finisterre y desde cuyo mirador se puede observar la villa, las sosegadas aguas y el paisaje; como también desde la playa de Corbeiro, ideal para el buceo. Si, por el contrario, lo que buscamos es fuerza, vientos y oleajes, además de aguas transparentes, hemos de ir a la cercana playa Mar de Fóra: con dunas, peligrosa y feroz, pero de indudable bellea, los aventureros buscan en ella un duelo con la naturaleza.