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Practicando la permanencia a la sombra de un ficus centenario en Los Jardines de Murillo.

Recorriendo Sevilla con tu (educado) perro

Una escuela canina en plena calle

Actualizado: 08/11/2017

Fotografía: Javier Sierra

Tener un perro 10, educado, capaz de comportarse en un bar, un hotel o un bus, que no moleste, es posible. Ya que cada vez nos dejan entrar a más sitios, ¡tenemos que dejar el listón bien alto! Hemos estado con un grupo qué sabe cómo lograrlo, una auténtica experiencia en Sevilla.

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Son las doce de la mañana de un domingo. Las inmediaciones de la catedral de Sevilla están repletas de turistas, coches de caballos, paseantes y artistas callejeros. A los pies de la Giralda, los perros se reúnen en círculo, se sientan y permanecen atentos a la orden de sus humanos, mientras posan como estrellas de cine ante las cámaras de los curiosos, que no pueden dejar de asombrarse ante semejante coordinación y saber estar. Es una Master Class de "Obediencia Urbana" para conseguir perros con modales. Si "en la calle se aprende más que en el colegio" los canes no van a ser menos, por eso se entrenan en plena calle.

El grupo de la ruta atrae todas las miradas cumpliendo el reto: quietos hasta la orden.
El grupo de la ruta atrae todas las miradas cumpliendo el reto: quietos hasta la orden.

Son los perros de 'Obediencia Urbana Sevilla', dirigidos por Sergio Manzanas y su perra Jarta, una labradora de asistencia, alter ego de los perros del grupo. Sin duda, no pasan desapercibidos allá donde van.

El movimiento Dog friendly se abre camino en las ciudades y negocios. Cosas tan impensables como el acceso de los canes al transporte público o a bares y tiendas ya son una realidad en muchos lugares del mundo, lo que facilita enormemente el viajar con tu peludo.

La pastora Naia espera su premio sin pestañear.
La pastora Naia espera su premio sin pestañear.

Surge entonces la necesidad de contar con un perro tranquilo y educado, que sepa comportarse y no nos deje en mal lugar. Ya que cada vez nos dejan entrar a más sitios, ¡tenemos que dejar el listón bien alto!

Rumbo mira a Teresa en las inmediaciones de la catedral.
Rumbo mira a Teresa en las inmediaciones de la catedral.

Inspirados en el entrenamiento que reciben los perros de asistencia en la calle, nace la idea de 'Obediencia Urbana', una empresa itinerante de adiestramiento canino original y cañera que aplica estas técnicas a la obediencia de manejo de perros de compañía.

Verdell y Laura practican el sienta.
Verdell y Laura practican el sienta.

Su directora, Ana María Suárez, cuenta que "lo que realmente llama la atención de los perros de asistencia no es lo que hacen, sino lo que no hacen: son perros tranquilos que no tiran de la correa, no cruzan la calle a lo loco, no saltan encima de la gente para saludar y son capaces de permanecer tranquilos en un bar mientras tomas algo". Son perros con un alto nivel de autocontrol y muy socializados, capaces de viajar en metro, acompañarte a comprar o a tomar una caña. ¿Quién no quiere un perro así?

Planificando la ruta cerca de la Torre Pelli.
Planificando la ruta cerca de la Torre Pelli.

El hecho de entrenar en lugares públicos con personas, coches, otros animales, ruidos… ayuda a los perros a generalizar los comportamientos aprendidos a diferentes entornos y a tener un estado emocional adecuado que les permita estar tranquilos a pesar de la gran cantidad de estímulos presentes en el espacio urbano. Hacerlo visitando lugares emblemáticos de la ciudad añade un componente divertido para los guías y un reto para los perros, ya que tienen que hacer frente a una serie de situaciones que pondrán a prueba su autocontrol.

Esperando instrucciones: Verdell de Laura, en la catedral, y Golfo de Luis, en Plaza Nueva.
El reto: pasear sin tirar por la calle Reyes Católicos.

Tras cruzar el arco que conduce al Patio de Banderas (barrio de Santa Cruz), entrenan para que los perros no crucen la calle sin permiso. Sergio anima al grupo, indica cómo mejorar el ejercicio y su aplicación práctica. No deja de estar pendiente de ninguno de los participantes y los dirige por las sinuosas calles de esta antigua judería medieval.

Wasabi es sordo pero entiende a su humana perfectamente.
Wasabi es sordo pero entiende a su humana perfectamente.

Las clases son inclusivas, al alcance de cualquier persona o perro y se desarrollan en diferentes lugares del territorio español. En el grupo de hoy destaca Wasabi, un pequeño chiguagua sordo que se comunica con su guía por señas.

Sergio, el instructor, y su perra Jarta dan instrucciones junto a la catedral. Y dos de los participantes en el Patio de Banderas.
Esperando instrucciones: Verdell de Laura, en la catedral, y Golfo de Luis, en Plaza Nueva.

Al final de la mañana, y tras entrenar la llamada, los perros descansan en Los Jardines de Murillo sueltos, mientras los propietarios se relajan, toman fotos y deciden dónde tomar una caña para poner el broche final a esta jornada de trabajo. Antes de retirarse, practican todos una permanencia en un ficus centenario.

Naia bebe agua junto a Lola en el ayuntamiento.
Naia bebe agua junto a Lola en el ayuntamiento.

Todas las clases terminan en un bar, donde se comenta cómo ha ido el entreno y los guías se conocen mejor, quedan para el próximo día o hablan de temas que les preocupan de sus perros.

Sergio, el instructor, y su perra Jarta dan instrucciones junto a la catedral. Y dos de los participantes en el Patio de Banderas.
Sergio, el instructor, y su perra Jarta dan instrucciones junto a la catedral. Y dos de los participantes en el Patio de Banderas.

Sergio comenta que 'Obediencia Urbana', además de ofrecer sus servicios en distintos puntos de la geografía española, también realiza actividades turísticas en el medio rural. En breve realizarán una actividad de tres días de duración en la Alpujarra granadina, que incluye senderismo, alojamiento en casa rural y visitas a restaurantes y bares pintorescos de la zona. No todo va a ser ciudad y trabajo…

OBEDIENCIA URBANA - Tel. 656 36 15 81.