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La actriz y presentadora valenciana que conquistó al público con Yo soy Bea y enamoró a la audiencia de MasterChef Celebrity, se pone al frente del programa Ninja Warrior España, junto a Manolo Lama y Arturo Valls, donde demostrará, una vez más, que pisa fuerte en los escenarios y en los platós de televisión. Además, acaba de lanzar uno de sus proyectos más personales, con la publicación de su primer libro, Pon en forma tu yo interior.
Sin demasiadas metas, pero con muchos sueños, Patricia Montero encadena proyectos profesionales que le llevan a viajar por toda España y a vivir una vida entre maletas, disfrutando de su gran pasión por los viajes, la gastronomía y su familia, sin duda, su mejor compañera de aventuras.
La experiencia ha sido maravillosa. Me lo he pasado muy bien y ha sido muy enriquecedor estar en pie de pista con los concursantes y sus familiares. Aunque yo no he concursado en Ninja Warrior, sí me han puesto a prueba en más de una ocasión, así que tuve que estar preparada físicamente. Estuve unos días entrenando en el centro de alto rendimiento de gimnasia de Madrid, además de continuar con mis clases de bici, yoga...
Nos llaman la familia trotamundos porque somos unos culos inquietos. Tanto mi chico como yo, mediterráneos, compartimos la pasión por viajar, estar cerquita del mar, hacer excursiones, deporte y disfrutar de nuestra pequeña. Es eso en lo que ocupamos nuestro tiempo libre.
Es muy enriquecedor conocer otras culturas y hacer escapadas te ayuda a desconectar aunque solo sean 48 horas. En España tenemos sitios increíbles y muy desconocidos, como uno de los últimos rincones que hemos descubierto en la costa granadina: La Herradura. La combinación de mar y montaña nos fascina. Tiene a una hora escasa Sierra Nevada y probablemente sea uno de los mejores lugares para bucear del país. Además se come de maravilla, sobre todo en nuestro chiringuito favorito, 'Bambú', que está en la misma playa de La Herradura, especializado en pescados y arroces. Para dormir en esa zona nos encanta 'Marina Villages', ideales casitas y apartamentos muy bonitos, con vistas al mar y cerca de la playa.
MasterChef ha sido una de las experiencias más duras que he vivido en televisión, pero también fue súper bonita y divertida. Aprendí muchísimo a cocinar y sin lugar a dudas el programa marcó un antes y un después en mi vida como cocinera. Ahora sin ser consciente tengo unas bases súper prácticas para el día a día, además de todas las técnicas de cocina de vanguardia que uso de vez en cuando para sorprender a amigos (risas). Se me dan bastante bien los arroces como valenciana que soy. Y cuando hay que elegir restaurante, sin duda, sé dónde ir.
Tengo claro que les llevaría al que fue mi escuela durante el programa, 'Cebo Madrid' (Carrera de San Jerónimo, 34). Su chef y amigo, Aurelio Morales, me acogió en su cocina durante los dos meses y medio que duraron las grabaciones y me enseñó todo lo que pude demostrar y mucho más. Cuenta con un Sol Repsol y una estrella; su menú degustación es una delicia y la puesta en escena es fantástica. Además el restaurante tiene una decoración preciosa.
Cocino poco por falta de tiempo. Me encanta improvisar y sacar un menú rico sin apenas cosas en la nevera. Se hacer paella, pero prefiero ir a comerla a mis sitios favoritos en Valencia. Tengo sobre todo dos que siempre recomiendo: uno es el restaurante 'Llar Román' (Carrera del Riu, 258), una eminencia en el sector valenciano que lleva abierto desde 1973. La paella senyoret es mi preferida, de marisco, pero con todo pelado, que merece la pena probar. El otro sitio es el restaurante 'Nao Borraset' (Cami Canal, 8), la evolución del tradicional negocio familiar 'Casa Borrás'. Otra leyenda con más de 30 años de experiencia, donde la paella tradicional valenciana es mi favorita, con pollo, conejo y pato. Se puede pedir también con alcachofas y caracoles, que son increíbles.
La Ciudad de las Artes y las Ciencias es de visita obligada si vas a Valencia. El Barrio del Carmen, en el casco antiguo, es uno de mis rincones favoritos, tengo muy buenos recuerdos de adolescente por allí. En la provincia, si estás cerca de Cullera, es obligado pasar a conocer el restaurante 'Casa Salvador' (Avda. del Estany, s/n), que es una leyenda dentro de la gastronomía valenciana. Lo llaman La Catedral del Arroz, porque lleva más de 60 años abierto, ofreciendo los que, seguramente, sean unos de los mejores arroces del país. Está situado en el paraje natural de l’Estany de Cullera, un sitio privilegiado donde poder comer una paella en su comedor-balcón sobre el lago. La paella del reguerot es mi favorita, un tipo de pato salvaje deshuesado y desgrasado con ajos tiernos, puerros y corazón de alcachofa, que está buenísimo.
Alex y yo tenemos dos casitas rurales que alquilamos en Palma de Mallorca, 'Sa Fita Mallorca Rental Houses', que son un paraíso y están súper tranquilas. Son ideales para la desconexión y si están libres aprovechamos para ir a descansar. Es un bonito alojamiento si pasas por la isla. Ambas están decoradas al detalle por nosotros y tienen un encanto muy especial. Las dos con piscina privada y barbacoa, están situadas en el corazón de la isla, ideal para moverse a cualquier punto. Canarias es otro de mis destinos favoritos. Su gastronomía y su clima me tienen enamorada y por supuesto sus característicos paisajes. Dentro del hotel Princesa Yaiza está el restaurante 'Isla De Lobos' (Avda. Papagayo, 22), donde hacen una increíble fusión de cocina tradicional canaria y vanguardista.
No se pueden ir de Palma de Mallorca sin subir al cap de Formentor y disfrutar allí de una de sus espectaculares puestas de sol. También es obligatorio reservar mesa en el restaurante 'Santi Taura' (2 Soles Repsol. c/ Juan Carlos I, 48), con antelación, eso sí, porque tiene lista de espera de meses. El menú degustación con fusión de cocina mallorquina-creativa es espectacular. Nunca falla.
Antes te hablaba del hotel Princesa Yaiza, de Lanzarote, que está súper equipado para los peques y nos hace disfrutar también a los padres. Desde el babero y cubiertos que les dan en todos los restaurantes del hotel, hasta un espacio llamado Kikoland, que está fuera del hotel, a un minuto caminando, en el que cada día tienen organizadas actividades solo para ellos con animadores. Tienen mini discoteca, pinta caras, juegos con plastilina, teatro infantil... Allí los niños siempre están entretenidos.
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