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Ruta Senderista la Llania. Mujer al final del camino de árboles

Cinco destinos sostenibles en España

Celebra el Día Mundial del Turismo de forma sostenible

28/11/2023 –

Actualizado: 26/09/2023

Desde Pontevedra y su drástica bajada del tráfico rodado, pasando por el impulso a la economía circular del Berguedà o esas islas que se vuelcan en mantener sus virtudes paradisiacas lo más vírgenes posible, te proponemos cinco destinos sostenibles para celebrar el Día Mundial del Turismo.

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1. Pontevedra: ejemplo de sostenibilidad urbana

Pontevedra se erige como un ejemplo mundial de movilidad sostenible, adaptada a las exigencias ambientales del siglo XXI y las necesidades de sus vecinos. Medidas como la peatonalización del centro histórico, la limitación de la velocidad a 30 km/h, la ampliación de las aceras y la construcción de nuevas sendas para ciclistas animan a los ciudadanos a dejar el coche aparcado y moverse a pie o en transporte público. Una gestión urbanísica que busca hacer de la ciudad un espacio más habitable donde la recuperación de los entornos degradados es también un pilar fundamental.

La Peregrina frente a la estatua del loro Romanchol. Foto: Nuria Sambade.
La Peregrina frente a la estatua del loro Romanchol. Foto: Nuria Sambade.

De esta forma, pasear por el centro de Pontevedra es una maravilla. Sus edificios y monumentos más icónicos, como el santuario de la Peregrina o las ruinas de Santo Domingo, son de lo más cautivadores. La senda emprendida en Pontevedra en los albores del siglo continúa a día de hoy, con nuevos planes como la gestión de residuos, con planes que facilitan el compostaje comunitario en origen, o la renaturalización del río Gafos a su paso por la ciudad.

Pontevedra Capital Gastro

Da gusto caminar por el centro histórico sin un ruido de vehículos. Foto: Adrián Baúlde

2. Formentera: el paraíso virgen

La pequeña de las Pitiusas lleva muchos años buscando un equilibrio entre la llegada de turistas que ansían llegar a un paráiso único en el Mediterráneo y la conservación de su ecosistema. Iniciativas como Save Posidonia Project, que lucha por preservar esta importante especie vegetal marina; formentera.eco, un mecanismo que regula el tráfico rodado en la isla; o el impulso a las Rutas Verdes por su territorio, son una muestra del esfuerzo en materia de sostenibilidad que se está llevando a cabo.

Playas de Formentera: Cala en Baster

El equilibrio entre turismo y conservación es fundamental en esta isla. Foto: Alfredo Cáliz

Hay alojamientos, como el hotel ‘Blanco’ o los apartamentos ‘Can Aisha’, que buscan la armonía entre el glamour y el relax isleño de la forma más sostenible posible. Por fortuna, cada vez más se anima a los turistas a desplazarse en medios no contaminantes, como la bicicleta, o caminar hasta sus mejores playas y calas, descubriendo así la particular naturaleza de Formentera y tomando conciencia del valor de este mágico rincón balear.

Miradores Formentera: acceso en bicicleta al Faro del Cap de Barbaria

Solo se puede llegar en bici o caminando a algunos de los rincones más mágicos de Formentera. Foto: Alfredo Cáliz

3. El Berguedà (Barcelona): sostenibilidad natural

La comarca barcelonesa del Berguedà es otro de los grandes ejemplos de turismo sostenible. La variedad de espacios naturales que ofrecen los parques naturales de Cadí Moixeró y del Alto Pirineo atraen a centenares de aficionados a los deportes al aire libre como el cicloturismo o el senderismo -motivo por el que se han habilitado varios puntos de recarga para bicicletas eléctricas e itinerarios de todas las dificultades- o deportes acuáticos por el el embalse de Baells. De hecho, es habitual que quien recorre estas rutas lo haga adentrándose en el universo de la micología, aprovechando la cantidad y calidad de las setas que se pueden encontrar en estos bosques.

Kayak embalse Baells

Las actividades relacionadas con la naturaleza son uno de los vectores económicos de la comarca. Foto: Miguel Cuesta

La estrategia ambiental pasa por la colaboración con empresas locales que tienen la sostenibilidad con el entorno en su ADN. Además de las dedicadas a las actividades en el medio natural, otras apuestan por la rehabilitación de espacios industriales en desuso para dar una nueva vida a las instalaciones y mantener vivo ese legado que, antaño, fue motor económico de la zona. También se está llevando a cabo un esfuerzo por minimizar el uso del vehículo privado, potenciando los servicios de transporte público bajo demanda. Un prisma integral que ha conseguido que este territorio forme parte de la selección de los mejores destinos turísticos del mundo elaborada por Green Destinations, una organización sin ánimo de lucro que promueve el compromiso institucional con el turismo sostenible y analiza el alcance de sus proyectos.

Poza Berga

Las autoridades han implantado medidas para la preservación del territorio. Foto: Miguel Cuesta

4. El Hierro (Islas Canarias): siempre energía limpia

El Hierro es un destino pionero preservar su ecosistema a través de un consumo de energía sostenible. Un reto que ya comenzó a finales del siglo XX, antes incluso de ser nombrada como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, cuando se llevaron a cabo los primeros planes de sostenibilidad para la isla. Décadas después, la isla más meridional del archipiélago canario se ha convertido en un ejemplo a nivel mundial en el desarrollo de esta materia.

Vistas desde uno de los balcones del Mirador diseñado por César Manrique

El Cabildo apostó por las energías renovables en la isla ya en el siglo pasado. Foto: Hugo Palotto

La gran joya de esta apuesta es Gorona del Viento, una central hidroeléctrica, fruto de la colaboración público-privada, que emplea la fuerza del viento y un sistema de presas como fuente de energía renovable. De hecho, gracias a sus funcionamiento se ha llegado a abastecer a la totalidad de la isla con energía limpia durante más de 20 días consecutivos sin el empleo de combustibles fósiles. Otras propuestas, como la proliferación de sistemas de producción agroalimentarios ecológicos, conforman un panorama integral para minimizar el impacto ambiental de uno de los paisajes más singulares del país.

Ruta Senderista la Llania. Mirador de la Llanía: Vista izquierda

Las singularidades de la isla combinan paisaje volcánico y el boscoso sendero ancestral de La Llanía. Foto: Hugo Palotto

5. Islas Cíes (Galicia): el turismo controlado

Los esfuerzos por la conservación de entornos únicos no se limitan a la superficie, tal y como demuestra el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia y, en particular, el archipiélago de las Islas Cíes. Las peculiaridades de este rincón atlántico han llevado a la necesidad de establecer un sistema de cupos para el turismo en las islas y un estricto control para los pescadores y mariscadores que trabajan en sus aguas.

Desde el Alto del Princípe, en la Isla de Monteagudo, se ve perfectamente el resto del archipiélago.

Las Islas Cíes son un paríso natural en superficie y bajo el agua. Foto: Hugo Palotto

Durante la temporada alta, solo 1.300 personas pueden llegar hasta el pequeño archipiélago vigués, con el fin de que las alteraciones sobre su fauna marina y terrestre sean las mínimas. La preocupación por minimizar el impacto ambiental también se extiende al único alojamiento disponible, ubicado en la Isla del Faro, donde sus responsables procuran economizar los recursos hídricos y reciclar los deshechos.

Tumbarse en la playa y dejar pasar las horas, un buen plan veraniego.

La regulación del turismo fomenta una mayor conservación del territorio. Foto: Hugo Palotto

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