Me gusta habitar en el cruce entre la gastronomía, la cultura, el arte... porque es ahí donde se crean experiencias diferentes y donde se escuchan los colores, se acarician los aromas y se sientes los sabores.
Cocina furtiva marinada con el mundo líquido más salvaje
De Copenhague a ‘Arrea Kanpezu’
Guía gastronómica para los 'downtonmaniacos'
Cómo toman el té los ingleses y el protocolo de la mesa