Meandro de Melero

Sotoserrano, Salamanca

Qué ver

Hay veces que el meandro de un río nos cuenta su historia por sí mismo. Intenta comunicarse con el visitante a través de las herramientas que la Naturaleza le proporciona. Imaginemos que hemos llegado al mirador del Melero una vez recorridos los tres kilómetros de pista desde Riomalo de Abajo. Allí, lo primero que nos relata la panorámica es que sus aguas circulan al contrario de las agujas del reloj. Avanzamos hacia el pasado, pero el efecto óptico como consecuencia de la península asentada en la curva del río, al que algunos llaman isla Romerosa, hace indicar lo contrario. Otro de los elementos que nos transmite el río es su cercanía a la cola de un embalse. Lo sabemos por la deforestación de sus márgenes que aparecen enmarcados entre suaves elevaciones montañosas. Por último, el Alagón comunica que es integrador al encontrarse en un territorio fronterizo. De hecho, aunque el mirador se sitúe en Extremadura, el espectáculo natural que sobrecoge pertenece mayormente al municipio salmantino de Sotoserrano. La Naturaleza siempre es sabia y su conocimiento también se palpa en las diversas rutas de senderismo por el Parque Natural de la Sierra de Francia. Sin embargo, el meandro del Melero cuenta su historia sin utilizar palabras, ya que el lenguaje de la madre Naturaleza lo hace universal.