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Ababuj

La tierra de las almenas que cambiaban de nombre

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De la antigua Ababuix solo quedan los restos derruidos de un viejo castillo. De Fabaux, en cambio, sí da constancia la Torre Vieja, un precioso torreón declarado Bien de Interés Cultural. Este edificio y su remate almenado dominan el valle del Alfambra sobre el que se asienta la localidad. Así, los 15 metros de la torre se suman a los casi 1.400 de Ababuj para ofrecer unas vistas preciosa de la sierra.

Son de recomendada visita dos santas: la iglesia parroquial de Santa Ana, del siglo XV y su bóveda de cañón con lunetas; y la ermita de Santa Bárbara, situada a las afueras del pueblo y construida con cantos de río. Del Río Seco merece la pena su desfiladero, un valle repleto de chopos —un árbol típico de esta zona de Teruel— que bordea Ababuj.

Los dinosaurios ya cruzaban en el Jurásico superior esta tierra aragonesa. A 19 kilómetros del centro de la localidad se encuentra un yacimiento de icnitas (también declarado BIC), huellas fosilizadas de dinosaurios. Una parada obligatoria para los amantes de la historia, que quieran reconstruir en esas pisadas ovaladas y tridáctilas el pasado remoto de su tierra. Un orgullo para los residentes, que llegaron a hacer hasta galletas de chocolate con forma de huella.

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