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Aguatón

La dureza de un pueblo de sierra

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Dicen los aguatoneros que no es fácil la vida en las frías sierras de Teruel. Y que por esa razón los edificios no están decorados con muchos ornamentos, sino que son rígidos y recios contra el frío. Los lugareños se enorgullecen de lo que tienen: una bonita casa consistorial, un consultorio médico, un trinquete, un teleclub y un calabozo. “¡Tanta historia encierran esas piedras!”. Cuentan también cómo lograron, 79 años después de empezar a construirla en 1698, terminar su iglesia parroquial de la Exaltación de la Santa Cruz. “Cuando ya había menos habitantes y menos recursos”, señalan en el Ayuntamiento, donde hay actualmente empadronadas menos de 20 personas.

El orgullo a su tierra les llega también de la naturaleza. La belleza del paisaje del Barranco de la Hoz era tal que lo han convertido en una ruta senderista. Por el camino hay que recorrer grandes paredes verticales, que pertenecen tanto a este barranco como al de la Virgen del Castillo, amén de pozas de agua. En total, este patrimonio natural está declarado como “bosque singular”.

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