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Alba

Pueblo de castillos y senderos

Desde lo alto de una loma, el castillo de Alba vigilaba los montes turolenses. Las gargantas que se abren a ambos lados de este municipio, tanto por el Pico del Buitre como por el cerro de San Cristóbal, explican el papel estratégico de esta fortificación a 1.000 metros de altitud. La torre con voladizos y los restos de la muralla que se conservan permiten hacerse una idea del papel defensivo de esta edificación pensada para servir de apoyo al gran castillo de Peracense. También es recomendable visitar su iglesia de la Santa Cruz, de estilo barroco, que guarda en su interior varios retablos de este mismo estilo.

El paisaje natural que rodea el municipio es uno de sus principales atractivos. Se organizan todos los años unas marchas de senderismo a las que acuden unas 200 personas de toda la provincia. Su merendero es una agradable parada tanto para los caminantes como para pasar una tarde de picnic.

Merecen una mención especial sus fiestas patronales, que consiguen reunir cada mes de agosto a todos los vecinos para escuchar su pregón anual.

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