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Balsareny

Tierra de paso y de grandes castillos

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Sobre el pueblo de Balsareny, en lo alto de una colina, se encuentra el castillo del siglo X, una fortaleza de estilo gótico-civil catalán muy bien conservada que se amplió durante la segunda mitad del siglo XIV, en tiempos del rey Pere III 'El Cerimoniòs, y se restauró a finales del siglo XIX. Justo al lado de la fortaleza se levanta la capilla del castillo, un magnífico ejemplo de la austeridad y la pureza del primer románico catalán. Las vistas desde el montículo permiten tomar medidas a la Comarca del Berguedà, con Montserrat y los Pirineos en el horizonte.

Un paseo por Balsareny da una idea del pasado remoto de la población, así como de tiempos más recientes cuando en estas tierras había una próspera industria textil. Una vez en el pueblo hay que visitar la Iglesia de Santa María, del siglo IX, que conserva algunos vestigios prerrománicos, aunque su aspecto actual data de los siglos XVI y XVII. El legado arquitectónico milenario de este municipio también incluye la Iglesia Sant Esteve de la Colònia Soldevila, documentada en el siglo XI y ampliada en el XX con dos ábsides neorrománicos, y situada junto a la colonia fabril textil que le da nombre.

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