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Barrachina

El pueblo de paisaje blanquecino

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El color del yeso ha convertido en blanco todo un municipio. Se trata de Barrachina, una localidad a unos 90 kilómetros al norte de Teruel, cuyo inusual paisaje blanquecino no deja de sorprender a los visitantes. El pueblo se asienta en un singular ecosistema que ha favorecido el crecimiento de especies de vegetales adaptadas a este suelo, cuyo valor medioambiental ha sido reconocido por la Red Natura 2000, que le ha otorgado la categoría de Lugar de Interés Comunitario (LIC). Este paisaje de monte bajo convive con frondosos bosques de pinos y rebollos al sur de la localidad. El viajero encuentra este enclave único en el tramo medio del río Pancrudo, donde el caudal crece por los aportes de infinidad de manantiales, lo que ha permitido el cultivo de numerosos huertos en el valle.

Además de su riqueza natural, en Barrachina se puede disfrutar de una imponente iglesia. La parroquia de la Asunción es un edificio construido en el siglo XVII, de estilo barroco, formado por tres naves en las que se conservan algunos retablos y esculturas de gran valor artístico.

Los amantes del senderismo también pueden descubrir los peirones que se esconden por los rincones de Barrachina. Los peirones son monolitos o torreones esculpidos en piedra, localizados en las proximidades de algunos pueblos de Aragón. En Barrachina se encuentran el de San Antón, el de los Santos o el de Santa Ana, entre otros.

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