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Belmonte de San José

Un tesoro renacentista que mira desde lo alto

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Alberga Belmonte de San José numerosos edificios que visitar, empezando por uno que se erige a tres kilómetros del núcleo urbano, la ermita de San José. El templo, construido en mampostería y sillería, domina desde lo alto el valle con unas bonitas vistas. Su estructura está formada por una nave con cabecera recta y bóveda de medio cañón. Una vez en el pueblo, se puede visitar la iglesia parroquial del Salvador, levantada en el siglo XVIII y también en mampostería y sillería. Destaca el Ayuntamiento, ubicado en un edificio renacentista de 1575, que aún conserva el escudo de la villa y alberga en su anterior la antigua cárcel, que ha sido rehabilitada y está incluida en la Ruta de Cárceles.  Otros de los lugares aconsejables son la ermita del Calvario, del siglo XVIII, la de Santa Bárbara, de la misma época, la del Pilar, en las inmediaciones del pueblo, la de San Cosme y San Damián, del siglo XIX con planta cuadrada, y la capilla de Belén, del XVIII.

Además de los templos, en Belmonte de San José se pueden visitar las casas solariegas Casa Bosque y Casa del Solá. La primera fue construida en el siglo XVI y en su arquitectura se mezclan una dovela central, un alero de madera y una galería de arquillos en la planta superior. La de Solá es un palacio-caserón levantado en 1539 y su fachada está hecha en sillería. Completan el paseo urbano el Puente Viejo y el de Miranda. Para sacar una buena foto del pueblo, lo mejor es ir hasta los miradores de los Puntales, El Sireral y la Predicadera. El pueblo se ubica en la comarca del Bajo Aragón, en la cuenca del Mezquín.

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