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Benahavís

Golf entre el mar y la montaña en 'el comedor de la Costa del Sol'

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Es una localidad muy de montaña pero a siete kilómetros de la costa. Si uno se imagina un pueblo blanco andaluz, este es su ejemplo ideal. Está situado en un lugar privilegiado, al lado mismo de la conocida serranía de Ronda, donde aún se escuchan los ecos de los antiguos bandoleros de las leyendas populares. Mezcla la tranquilidad campestre con lo cosmopolita de su cercanía a Marbella. En su paisaje se mezclan montañas, tres ríos que las atraviesan y un cañón. Destaca el viaducto de las Angosturas, que toma su nombre precisamente de lo estrecho del lugar que recorre.  

El blanco es el color predominante de sus construcciones que vistas en panorámica parecen colgar sobre las montañas, sus calles estrechas desembocan en amplias plazas y exhalan un exquisito aroma a pasado árabe.

Entre sus monumentos, las fotos obligadas deberían inmortalizar las Torres vigías que se alzaron durante el periodo musulmán, el castillo de Montemayor y la iglesia de la Virgen del Rosario. Por otra parte, el pueblo posee importantes yacimientos mineros, estupendos para los amantes de la geología. También es un lugar ideal para el golf por su cantidad de campos para practicar este deporte. Y no se puede olvidar citar su variada y exquisita gastronomía con sus chorizos al agua, su rabo de toro o su zarzuela de pescado y/o de marisco. Por algo la llaman 'el comedor de la Costa del Sol'.