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Berantevilla

Arte y Naturaleza

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Es invierno las aguas del río Ayuda fluyen a toda prisa. Frías como el hielo atraviesan Berantevilla, un bonito pueblo vasco de aspecto señorial cuyas casas blasonadas, presentes en todas sus pedanías, parecen transportarnos a otra época. Medievo, Barroco y Moderno comparten protagonismo en un territorio plagado de belleza arquitectónica y natural. Destaca la imponente Casa de los Zamudio, en la calle Mayor; antiquísimos escudos, en la vía Horno; el castillo de Portilla, en el monte Txulato, o la impresionante iglesia diocechesca de Nuestra Señora de la Asunción, en el mismo centro del pueblo. En cuanto a la Naturaleza se refiere, el parque fluvial de Linares gana por goleada. De enorme extensión, su suelo, habitualmente verde, se ha convertido en un precioso manto blanco a consecuencia de la nieve caída. Para disfrutarlo también durante el resto del año, eñ complejo cuenta con varios asadores, mesas, zonas de juego para los más pequeños, un lugar habilitado para el baño junto a la cascada e, incluso, un campo de fútbol. Unos acicates perfectos para un pueblo tan rico, como bello.

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