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Cisla

Torre mística y guerrera

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Localidad de algo más de 100 habitantes junto al río Zapardiel (cauce transitorio), a la que se accede por un desvío de la carretera entre Villanueva del Aceral y Fontiveros, a la altura de Cantiveros, aunque también hay acceso desde otras vías menores. Dista de Ávila 62,2 km.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción muestra una torre imponente. De construcción tardía, siglo XVI, que sin embargo hereda en parte la tradición de sus viejas compañeras mudéjares en la comarca: ladrillo, planta cuadrada muy sólida, sin vanos con excepción del campanario y dividida en varios niveles abovedados.

Lo más interesante en estas construcciones es su variedad dentro de unos elementos más o menos comunes. Cada una tiene rasgos que la personalizan. En la torre de Cisla son elocuentes: una terraza con almenas de diferentes formas que recuerdan el pasado místico y guerrero de esta tierra, la escalera de caracol que enlaza el segundo con el tercer nivel y un remate en pirámide de granito. Inconfundible. Ah, y un centro parroquial adosado, bonito, neomudéjar, pero parecido en recursos decorativos a los viejos edificios fundadores de este estilo.

El interior de la iglesia, de una sola y amplia nave, respeta el canon barroco en cúpula y bóvedas decoradas con abundantes yeserías. Colección de retablos y altares también barrocos, junto a dos neomudéjares de fabricación más reciente. Muy particular la escalera blanca de perfil curvo que da acceso a la torre.

Cisla forma parte de la Zona ZEPA de protección de aves más amplia de Castilla y León, con un centenar largo de especies, sobre todo esteparias. La más emblemática es la avutarda, considerado el animal más pesado capaz de remontar el vuelo (algún macho ha llegado a rozar los 20 kilos). También se ven colonias de aves de presa y carroñeras, desde el elanio de mirada rojo rubí a milanos, cernícalos primilla, aguiluchos cenizos, águilas ratoneras y alguna pareja de águila real. 

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