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Colmenar de Montemayor

Espejo de sí misma

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Hoy es uno de esos días en los que llueve en el sur de Salamanca. El cielo llora y el sol crea un contraste de luces irrepetibles siempre que las nubes lo permitan. Gota a gota, el alma de la Edad Media ha venido para manifestarse en las calles de Colmenar de Montemayor. No hay castillos, pero sí algún palacio del siglo XVII conocido como la Casa del Chantre. Existen pasadizos, caños y calles estrechas. Además, las diminutas gotas crean charcos que hacen reflejar en ellos la verdadera estampa de los edificios religiosos. La iglesia de la Asunción ilustra su campanario en el agua y la ermita del Cristo de la Salud nos hace imaginar la pureza de la escultura de su patrón que goza de gran dramatismo. La tormenta también riega los montes del entorno, el balcón en el que se asienta el municipio. Localizado entre dos sierras, la de Béjar y la de Francia, desde aquí se toman las mejores instantáneas del sur de la provincia. Finalmente esa lluvia que cae irá a parar al lírico río Cuerpo de Hombre. Colmenar de Montemayor es la personificación del agua, la creación de una imagen salmantina dibujada en este líquido esencial.