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El Cerro

Un balcón con vistas a Extremadura

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Entre los castaños que abastecen su cooperativa, en un entorno envidiable, se encuentra el municipio de El Cerro, un lugar que invita al visitante a perderse entre sus calles y descubrir rincones como el Roble Herrero, un árbol centenario situado en el camino al cementerio, cerca de la iglesia. Una iglesia del siglo XVII dedicada a San Ramón Nonato, patrón del pueblo, y en la que destaca especialmente la imagen de San Fausto, colocada en un altar del templo. Y es que dicha imagen, tallada en madera, está datada de entre finales del siglo X y principios del XI, siendo su ubicación original una iglesia que, en tiempos de la Reconquista, habría estado situada en el conocido como Cerro de San Fausto. En dicho cerro se pueden encontrar hoy los restos del piso de la Casa del Recaudador, que fue quemada y cuyas piedras fueron distribuidas por diferentes pueblos de la zona, como Puerto de Béjar, donde aún se pueden ver algunas inscripciones originales.

Otro de los atractivos del municipio es su ermita del Humilladero, situada a la entrada del pueblo, en la carretera a Peñacaballera, y que sorprende por su considerable tamaño.

El agua es otro de los elementos que caracterizan a El Cerro, destacando tres fuentes abovedadas de arco de medio punto y piedra tallada, situadas en diferentes puntos de las afueras del municipio. Dichas fuentes son las que abastecen de agua los diferentes pilares que se encuentran dentro del pueblo, entre los que destacan el Caño del Hospital, la Fuente de Arriba, la Fuente de Abajo y el Caño Nuevo, todos ellos construidos entre finales del siglo XIX y mediados del XX.

Pero si hay algo que impresiona verdaderamente de El Cerro son las impresionantes vistas que pueden disfrutarse desde distintos puntos del municipio. En este sentido destaca El Balcón de Extremadura, un mirador situada en la Dehesa, una zona recreativa con merendero, barbacoas y un refugio situada a unos dos kilómetros del pueblo, en dirección a Lagunilla. Desde dicho mirador se puede apreciar prácticamente toda Extremadura y hay quien afirma que en los días despejados se puede llegar a intuir la Sierra de la Estrella, en Portugal.

Otro lugar desde donde disfrutar del paisaje, en este caso del Valle del Ambroz, se encuentra en la zona conocida como Los Raigales, en la carretera a Valdelamatanza, donde hay una pequeña iglesia de principios del siglo XIX dedicada a San Antonio Abad.

Además, los amantes de la naturaleza que se adentren por el monte y los muchos senderos que rodean El Cerro, pueden encontrarse con algunas bóvedas de piedra, algunas de las cuales son de origen celta y servían para los enterramientos; mientras que otras, más modernas, servían de refugio a los pastores y su ganado.