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Épila

Patrimonio milenario en el valle del Jalón

A orillas del río Jalón se asienta la villa zaragozana de Épila. Su historia es milenaria, como atestiguan los restos celtíberos hallados en la necrópolis del Cabezo de Ballesteros. De la época romana se conserva el Puente Viejo que cruza el río. En las calles de su casco antiguo se encuentra un rico patrimonio arquitectónico con construcciones barrocas, románicas y renacentistas en sus templos y casonas nobiliarias. Sobresale la monumental Iglesia de Santa María la Mayor (siglos XVII-XVIII), con un hermoso sepulcro medieval. El conjunto mural de sus bóvedas es uno de los más importantes de Aragón. Al bajar por sus escalinatas llegamos al Palacio del Conde de Aranda (siglos XIV a XVIII). En su interior se conserva una techumbre mudéjar y galerías renacentistas. En sus estancias murió este noble aragonés, que sintió predilección por esta localidad.

Otros edificios interesantes son el Convento de la Concepción, de estilo barroco con elementos mudéjares en las celosías de las ventanas; la ermita románica de Santa María Magdalena, próxima a una zona de casas-cueva y bodegas excavadas en el suelo; la Casona de Mareca, de origen islámico, la Casa de las Yedras, el Palacio de los Marqueses de Saudí y el de los Condes de Montenegrón. Desde el mirador de la cruz del Castillo, por su parte, se contempla una extraordinaria panorámica de toda la villa y el valle. A 14 kilómetros del pueblo se sitúa el Santuario de la Virgen de Rodanas, en un espacio natural de pinares y olivos centenarios. Numerosas rutas atraviesan los parajes próximos a Épila, donde descubriremos preciosos lugares como la Fuente de la Cascarrera, la Fuente de la Teja y Aguas Vivas, la Cueva del Gato, la Serranía de Rodanas o las playas fluviales de Mareca.

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