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Ferrol

Un dulcificado pasado militar

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Los esfuerzos por conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, no hace sino confirmar la belleza que atesora la localidad. Un encanto con pasado medieval, militar y naviero que pervive en un Ferrol repleto de fortalezas, arsenales y astilleros, con la Ruta de Construcción Naval como recorrido indispensable para conocer a fondo su historia. El Museo Naval, Exponav y el castillo de San Felipe, protector de la entrada a la ría ferrolana, son los rasgos más destacados de un perfil en el que todavía se impone un contorno adusto. A este se suman arenales como la ventosa y cercana playa de Doniños, la de San Jorge más al norte o los acantilados sobre los que descansa el faro de Prior, en la parroquia de Covas.

Sin embargo, como ciudad de contrastes que es, poco a poco ha transitado hacia una dulcificación de sus formas. El Museo de Historia Natural, más conocido como la Casa del Coronel, el parque Reina Sofía o las galerías acristaladas de los hermosos edificios modernistas del rectilíneo (forma un rectángulo perfecto) barrio de la Magdalena muestran otra la cara de Ferrol. Esta también se encuentra en las delicias de la repostería local, como la tarta de castañas, que es costumbre probar con un café por la Magdalena o bien por el barrio medieval de Ferrol Vello, que discurre por el antiguo núcleo pesquero con la concatedral de San Julián y la iglesia de San Francisco como vecinos más destacados.

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