Compartir

{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Guimerà

Medievo intacto

Visitar Guimerà no es poco. Cuando desde la carretera que cruza el llano del Pla d'Urgell se divisa la piña de casas revistiendo una loma sobre los campos, uno sabe que va a entrar en un escenario particular. La población se distribuye en un degradado perfecto de la huerta hasta la cima coronada por los restos de la antigua iglesia de Santa María y la torre del castillo, que configuran un recinto medieval casi intacto. La integración con el paisaje es asombrosa.

El paseo por sus calles empedradas es de los que se degusta poco a poco. El núcleo urbano es un catálogo extenso de pequeños detalles como arcos que comunican calles, pequeños callejones empinados, puertas y ventanas renacentistas, imponentes muros y murallas. El pueblo conserva tres de las puertas originales a la villa amurallada. Sobre la iglesia de Santa María se levantó en el siglo XIV el actual templo gótico de Sant Sebastià. El museo local completa la visita con la colección de elementos patrimoniales locales como las antiguas cruces de término.

Cerca del pueblo merecen la parada los santuarios de la Bovera y Vallsanta. El tercer fin de semana de enero se celebra una animada fiesta mayor en honor a Sant Sebastià.

Información de contacto