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Láncara

La regla de la suma

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En la villa lucense de Láncara hay una regla matemática ineludible, la mayor belleza se alcanza a través de la suma de sus partes. Una premisa que esta villa muestra en todos y cada uno de sus atractivos. Una, dos, tres… Y así hasta un total de 26 parroquias. Todas ellas forman este tranquilo municipio gallego que pone el punto de sosiego a la incesante y vibrante autovía del Noroeste. Continuando con la particular suma, la Naturaleza agrega una imagen de conjunto única. Por ejemplo, las gotas de agua de la lluvia se agrupan para formar el río Neira que se extiende hasta desembocar en el mágico Miño. Durante su transcurso sus riberas se engalanan de densa vegetación, bellas playas fluviales en las que poder darse un chapuzón en verano, y puentes de gran arraigo como el de Carracedo. Allí, el líquido puro atraviesa el bello monumento por alguno de sus arcos. En el municipio, no hay uno, existen dos hermosos pazos. La familia Quiroga y la de Suárez de Deza aportan el poderío en sus hermosos palacetes de fuerte raíz gallega. En suma y dada su importancia, Láncara siente a través de su río.