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Manzaneda

Manzaneda, el esquí galaico

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La única estación de invierno de Galicia es la de Cabeza de Manzaneda, potenciada con la instalación de 29 cañones de nieve artificial para cuando el cielo no se muestre generoso. El municipio es, por tanto, uno de los referentes del turismo de montaña en la comunidad, pero además del esquí Manzaneda guarda con celo unos cuantos secretos más, como el bimilenario de viñedos en bancales del valle del gran río Bibei, una potente gastronomía a prueba del más hambriento estómago de las cumbres o vestigios prehistóricos que baten todos los récords de altitud en Galicia. Por ejemplo, Marco Cavado, un túmulo megalítico o “mámoa” construído por los ancestros a 1.640 metros de altura sobre el nivel del mar. El Castelaioso, a 1.774 metros, se han descubierto petroglifos de la Edad de Bronce, y además, varios castros salpican este paisaje que mira desde lo alto la Galicia que se tiende a sus pies.

Un lugar tan elevado y privilegiado estaba predestinado a convertirse en enclave estratégico a lo largo de la historia. De ahí que Manzaneda fuera una villa amurallada y coronada por una fortaleza. Hoy, de esa muralla que pudo medir 400 metros se conservan solo 100, además de puerta y media y de infinidad de fragmentos dispersos, utilizados e incrustados aquí y allá como material constructivo en las casas más antiguas de intramuros. También se conservan varios restos de la barbacana, las columnas o los blasones que formaban parte del castillo que tocaba el cielo en el corazón del pueblo. Y un topónimo, Cavarca, que no es otra cosa que la evolución popular del término cárcava, el foso o zanja que rodeaba la muralla probablemente originaria del siglo XII

La localidad de Manzaneda se encuentra a unos 650 metros de altitud, a medio camino entre las altas montañas del término municipal (Cabeza Grande de Manzaneda alcanza los 1.778 metros) y el curso encajado y rápido del Bibei, con sus afluentes Requeixo y San Lázaro. Entre las especies arbóreas, destaca la gran cantidad de robles y castaños antiquísimos, entre ellos el de mayor perímetro de la comunidad autónoma, en Rozabales, que con su tronco de 13 metros de circunferencia ha sido declarado Monumento Natural.

Además, merecen una visita la cárcel de los Sarmiento, un edificio que daba servicio a la fortaleza; la iglesia de Santa María de Cesuris, con raíces templarias y originaria del siglo XI, aunque muy transformada en el barroco; los dos pazos de Rozabales y el expriorato de San Vicencio, que pertenecía al monasterio cisterciense de Carracedo del Bierzo y hoy es propiedad privada. Desde esta vieja arquitectura religiosa engarzada en la montaña se hace uno idea del descomunal paisaje de Manzaneda.