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Mijas

Los burro-taxis, un clásico adorable de la Costa del Sol

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Mijas es, sin exageración, uno de los pueblos blancos más hermosos de Andalucía. Por sus angostas calles caminan perezosos los turistas... y también los burro-taxis, originalidad convertida ya en todo un clásico 'celtibérico' de la Costa del Sol. Si nos acercamos a este municipio, una visita imprescindible serán los jardines de la antigua fortaleza, una atalaya que nos permite otear desde lo alto este hermoso pueblo. Desde allí, por mucho que se intente, ninguna fotografía captará la esencia de lo que la vista y otros sentidos nos depara en ese instante, con esa multitud de casitas blancas arracimadas en el monte como por arte de magia.

Los orígenes musulmanes de la villa están presentes también en la preciosa torre de la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Caminando por las empedradas y laberínticas calles de Mijas llegaremos al Centro de Arte Contemporáneo, que alberga una importante colección de cerámica realizada por maestros de la talla de Dalí o el gran Picasso, sin duda el emblema artístico de la provincia y orgullo de los malagueños. Obviamente, Mijas tiene su cuota de Costa del Sol en las playas de La Butibamba y El Bombo. Y tiene también su oferta turística para los amantes de la adrenalina. Si lo somos, no debemos marcharnos de aquí sin vivir la trepidante experiencia de Aquamijas, un parque que tiene al agua como gran protagonista y que cuenta con un repertorio de atracciones como su piscina de olas o las aguas locas de su río bravo.

El municipio, además de los simpáticos burro-taxis, cuenta con un atractivo fuera de lo común: el Museo de Miniaturas. En el Carromato de Max tendremos que prestar mucha atención para descubrir extraordinarias obras de arte en tamaño microscópico, como un Cristo de Dalí en una chincheta o la Última Cena de Leonardo Da Vinci en un grano de arroz.

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