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Orihuela del Tremedal

El pueblo con ríos de piedra e iglesias monumentales

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Orihuela tiene su esencia en su apellido. Los tremedales de Orihuela son unos curiosos humedales, que han dado pie a la formación de ríos de piedra. Este espectáculo natural está reconocido a nivel internacional y merece una visita. Además, Orihuela está surcado por el río Gallo y cerca de él nacen el Tajo y el Júcar. Este municipio destaca así por su particular y bonito entorno. Situado a casi 1.500 metros en la sierra de Albarracín está rodeado de prados, pinares y campos de cultivo. Su monte Caimodorro alcanza los 1.936 metros sobre el nivel del mar, siendo uno de los puntos más altos de la provincia. Surcado por el río Gallo, hacia la vertiente mediterránea, hacia la vertiente Atlántica, al lado nace el Tajo y el Júcar, separación de cuencas.

Es posible hacer un recorrido por estos parajes gracias a una amplia red de senderos que pueden recorrerse andando o en bicicleta, entre ellos está el importante GR10 y el Camino del Cid. Algunos de estos caminos conducen al Santuario de la Virgen del Tremedal, que alberga en su interior una talla románica de la Virgen del Tremedal del siglo XIII. Muy recomendable es acercarse al Mirador de la Portera, en el corazón de los Montes Universales, por sus extraordinarias vistas de los alrededores, y a su paso detenerse en la Balsa de la Toba, donde paran garzas reales. Por estos caminos es posibles encontrar muchas variedades de setas e incluso ciervos.

Pero Orihuela no es solo su entorno natural, el casco urbano del municipio es una recomendación obligada para el viajero. Todos los caminos, las calles y las vistas de Orihuela conducen a su espectacular iglesia de San Millán de la Cogolla, del siglo XVIII, situada en una colina, se ve a cada paso en el pueblo. Consta de tres naves y de una enorme cúpula. Aunque su fachada es neoclásica, constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca en Teruel, por lo que vale la pena visitar su interior, así como los retablos y tallas que en ella se guardan.

Siguiendo de recorrido por sus calles de piedra y cal, se llega también al ayuntamiento que tiene una fachada espectacular de piedra con escudos del siglo XVI y una lonja. Además, es posible durante el paseo encontrar casas solariegas con sus fachadas de piedra y sus escudos.

Existe un complejo turístico conocido como residencia de tiempo libre Padre Polanco, que es una buena opción para familias con niños que quieran pasar unos días en un lugar tranquilo y en contacto con la naturaleza.