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Portomarín

El pueblo que cambió de lugar

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La ribera del Miño y sus 13 kilómetros de Camino de Santiago (con el albergue de peregrinos en la aldea de Gonzar) definen el devenir cotidiano de Portomarín, un municipio en el sur de la comarca de Lugo que presenta la extraordinaria singularidad de haber modificado su ubicación en el año 1962. Fue entonces, con motivo de la construcción del Embalse de Belesar, cuando hubo que reubicar la población en torno al Monte de Cristo y trasladar los edificios más emblemáticos. En particular, la Iglesia-fortaleza románica de San Nicolás (antes, de San Juan), que se remonta al siglo XIII, Monumento Histórico-Artístico desde 1931, desmontada y numerada piedra a piedra y que hoy sigue asombrando por su gran rosetón central y torres con forma de almenas. Son imprescindibles sus tres portadas esculturadas, la principal con evidentes similitudes con el Pórtico de la Gloria, por lo que se atribuye a la escuela del Maestro Mateo.

También goza de catalogación como Monumento Histórico-Artístico la pequeña y hermosa Iglesia de San Pedro (siglo X), que asimismo hubo de ser trasladada a raíz de las obras del embalse. Desde el original y muy transitado puente del Miño, de silueta asimétrica y orígenes que se remontan al remoto siglo II, se accede a una escalinata de granito y a la pequeña Capilla de As Neves, edificada sobre el antiguo Hospital de la Orden de San Xoán.