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Quiroga

Un gran túnel romano junto al Sil

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Enclave de gran relieve en la Ribeira Sacra, al sureste provincial, Quiroga fue tierra de extracciones auríferas en tiempos de los romanos, como evidencia una ruta senderista de siete kilómetros que nos conduce hasta el lugar más asombroso y mágico de todo el concello, el túnel romano de Montefurado (en gallego, monte agujereado). Hablamos del túnel artificial más antiguo de toda la península, un orificio en la roca que ordenó construir junto al Sil el emperador Trajano y que presentaba 120 metros de longitud, 17 de altura y 19 de anchura. Gracias al túnel, los romanos desviaban el cauce del río para extraer el preciado metal, igual que hicieron en la cercana comarca berciana de Las Médulas (en aquel caso, derrumbando las montañas).

El aspecto actual del 'furado' no es tan impresionante como en sus orígenes, ya que una riada en 1934 lo derrumbó parcialmente, pero sigue figurando entre los parajes más insólitos de la región. Por lo demás, Quiroga es lugar de sorpresas para el visitante, desde el semiderruido Castillo dos Novaes a los dos museos municipales (el etnográfico y el geológico, el primero de su naturaleza en Galicia) hasta el precioso Puente de Barxa sobre el río Lor (siglo XIV), de tres vanos. Si nos adentramos en la Sierra del Caurel, impresionan los 30 metros de caída de agua en la Cascada de Vieiros o el antiguo glaciar que hoy es la Laguna de Lucenza.