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San Cristóbal de la Laguna

Una localidad sorprendente, Patrimonio de la Humanidad

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El casco antiguo de San Cristóbal de la Laguna, en la isla de Tenerife, es el epicentro de todo lo que representa este pueblo, que vive sobre todo del turismo. Conserva casi inalterado el trazado histórico del siglo XVI y ha recibido por ello la distinción de Patrimonio de la Humanidad. De entre sus atractivos arquitectónicos se puede hablar de la Catedral de Nuestra Señora de los Remedios, el Santuario del Santísimo Cristo de la Laguna o la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán. Si el calor aprieta una buena opción puede ser la de visitar alguno de los museos. Destacan el Museo de la Ciencia y el Cosmos, cuyo objetivo es acercar al público el Universo, el de Antropología de Tenerife o el Centro de Documentación de Canarias y América.

San Cristóbal conserva varios núcleos de población y turísticos alejados del casco antiguo del municipio y esparcidos por la comarca. Algunos de estos casos son Tejina, Valle de Guerra, Bajamar o Punta del Hidalgo. Suelen ser destinos con unas playas inmejorables, de arena fina y blanca, con un oleaje variado según la zona que bañe el Atlántico. Es un terreno tan peculiar que conserva multitud de atractivos naturales, como piscinas y charcos donde poder aliviarse de las cálidas temperaturas estivales. Además, cada núcleo conserva su festividad propia, matizado todo ello con una oferta gastronómica única. San Cristóbal de la Laguna cuenta con un paraje que ha sido nombrado y protegido como reserva de la biosfera, el Parque Rural de Anaga, que es la máxima expresión de la Naturaleza por su biodiversidad y lo extenso de su hábitat (casi 15.000 hectáreas), lo que genera que en su interior haya especies autóctonas tanto en flora como en fauna.

San Cristóbal celebra sus fiestas en septiembre, las del Santísimo Cristo, con una procesión y una espectacular traca que trae gentes de toda la isla.