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Torrelavega

Corazón cántabro

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Corazón de Cantabria y segundo municipio más habitado de la comunidad tras Santander, Torrelavega es monumentalidad en la naturaleza. Una ciudad moderna, acogedora, que posee un patrimonio de valor incalculable. Su ubicación resultó idónea para los nobles cántabros que vieron en Viérnoles, a las afueras de Torrelavega, el lugar ideal para construir un complejo residencial de corte barroco. Especialmente llamativas son las Casas Velarde, usada como establo, y la de los Leones. Estas bestias sujetan con sus garras el escudo de la entrada y vigilan el acceso a la vivienda.

Torrelavega tiene una de las iglesias más sobrias de Cantabria, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Además, es de las más modernas porque se inauguró con la llegada del siglo XX. En ella permanecen los restos mortales de Leonor de la Vega, madre del Marqués de Santillana, y una bella talla del Cristo de la Agonía, de gran realismo y vistosidad.

La patrona tiene su sede en otra iglesia imponente, la de la Virgen Grande. Permanece en ella todo el año, pero llegado el mes de agosto sale al encuentro de los torrelaveguenses en procesión. Sus fiestas son las más rockeras de Cantabria, ya que en ellas han tocado gente de la talla de Rosendo o Mclan, y sirve de trampolín para las bandas cántabras que comienzan su aventura musical. El gasto de energía se debe remediar degustando las exquisitas Polkas, dulces típicos de Torrelavega.