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Un camino de Vía Crucis marca la entrada a Tramacastiel, en la comarca de Comunidad de Teruel. Tras el paseo, se llega a un bonito casco urbano cuyas casas, de escasa altura, están dispuestas en la ladera más soleada de un pequeño y coqueto valle.

Destaca entre su patrimonio arquitectónico la iglesia parroquial de San Salvador, a la que se accede por empinadas y estrechas calles y levantada en los siglos XVII y XVIII, en mampostería y piedra. Descansan en su sacristía y en su torre los restos de otra antigua iglesia del XVI. Tampoco se puede perder el viajero la ermita de Santa María, ubicada en un pequeño cerro al norte de la localidad y construida en el siglo XVII. En la orientación contraria se erigía antaño un antiguo castillo medieval, del que hoy solo quedan sus vestigios en forma de restos de la muralla. Se cree que las piedras que lo formaban fueron utilizadas para edificar el pueblo, por lo que la historia defensiva de la población emana de las paredes de sus viviendas. Tramacastiel, de apenas 66 habitantes, está rodeado de un paisaje salpicado por romero, matorrales y aliagas, además de chaparro, rodeno y albar. Una vegetación típica de este tipo de entornos, donde los suelos son muy secos y nada profundos. El único río que baña sus tierras, en el suroeste de la provincia, lleva el mismo nombre que el pueblo.