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Valdeganga

Los puentes de la discordia

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El río Júcar ha regalado a Valdeganga un entorno privilegiado para la pesca o el disfrute del sosiego y la tranquilidad de la vida rural. Valdeganga tiene una iglesia parroquial del siglo XVIII bajo la advocación de la Purísima Concepción, con planta de cruz latina y cúpula de perfil levantino en el crucero. Está en la Plaza Mayor, junto al consistorio de la localidad. Dado que el pueblo fue zona de paso, en la antigua ciudad de origen romano se encontraban algunas ventas junto a las calzadas romanas. Una de ellas se dirigía a Zaragoza; la otra, paralela al Júcar, conducía hasta Valencia, Denia o Cullera. En el paraje de El Santo aún quedan ruinas de la antigua ciudad de 'Vallislonga' en la que, según el itinerario de Antonino, se hallaba la Sexta Mansión del Imperial camino romano que desde el sur se dirigía a Zaragoza. En el comienzo de la Guerra de la Independencia, Valdeganga fue objeto de polémica al negarse a destruir su puente y el de Puente Torres para combatir al enemigo francés. 

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