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Villarroya de los Pinares

Un idílico municipio medieval

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Villaroya de los Pinares es un idílico municipio medieval, sus calles, edificios, plazas y paisajes no dejan indiferente a nadie. El casco urbano de este pueblo, declarado Conjunto Histórico Artístico por su monumentalidad y estado de conservación, es un claro reflejo de la arquitectura medieval. Destacan sus casas palacio y sus pequeñas viviendas que permiten trasladarse a otra época. Es recomendable visitar los siguientes hitos en el camino: la Casa Peña, un enorme palacio renacentista del siglo XVI, el ayuntamiento con lonja, situado en la plaza Mayor y en el que destaca el reloj de sol que alberga en su fachada, y la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, del siglo XVI y de estilo gótico, que cuenta con un atrio con columnas muy interesante y con una peculiar torre separada del edificio principal. Además, hay que recorrer su ermita de San Benón cubierta por una cúpula y por un armonioso atrio con columnas.

Dejando a un lado su importante patrimonio arquitectónico, este municipio también cuenta con bonitos paisajes como el nacimiento del río Guadalope y la fuente de la Viñaderilla. Destaca por relevancia histórica el conocido como camino de los Pilones entre Villarroya de los Pinares y Allepuz. Este camino medieval, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural, servía de vía de salida de materias primas del Maestrazgo, sobre todo de lana.

Un consejo para el visitante: en Villarroya se elabora uno de los mejores panes de Teruel, en la panadería de Elisa, en el pueblo.