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Castro de Baroña

Porto do Son, Coruña, A

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Considerado ejemplo único del llamado “castro costero”, es un destino que pocos yacimientos similares pueden igualar, ni siquiera en Galicia, debido a su situación y a su perfecta conservación. Se encuentra en una pequeña península de relieve abrupto que toma su nombre del monumento: la punta de Castro. Ya desde lejos, se nota la grandiosidad que tuvo el castro en su época, la Edad de Hierro (siglo I a.C.). Ante los ojos del visitante, una escalinata de entrada con un espacio que los historiadores creen que era un foso. Este pasadizo lleva a restos de antiguas murallas de piedra y argamasa así como a siluetas de viviendas y talleres de planta circular u ovalada. A su alrededor, el azul zafiro de Punta Cabra do Mar, el blanco de la playa de Arealonga y el verde de la hierba atlántica más salvaje crean las lindes naturales de la antigua población.

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