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Molinos de la Garganta de la Canaleja

Romangordo, Cáceres

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Paseando por la Garganta de la Canaleja, hasta desembocar en el Tajo, vamos a disfrutar de la esencia de estos gigantes de piedra que en su día abastecían las tierras de esta villa. En el nacimiento de este enclave, las ruinas del Molino de tío Fillo narran la historia de los trabajos que todavía se realizaban en el s. XX. Descendiendo un poco, podemos apreciar cómo la nueva carretera de Romangordo ha destruido la presa y la alberca del Molino de tío Pedro. A medio kilometro, el Molino de tío Tiburcio conserva casi todas las dependencias que en él se albergaban. Siguiendo el cauce del río, el socaz y la pequeña charca del Molino de tío Teodoro definen la sencillez de la que presumió esta aceña. Ciento cincuenta metros más abajo, el Molino Bastardo ofrece la posibilidad de jugar a encontrar las diferencias entre la nueva y la vieja casa de este triturador. Al final de nuestro camino, en la desembocadura de esta garganta, cerca de las ruinas de la ciudad de Albalat, el Molino de la Carrera, hoy sumergido en su mayor parte por las aguas del pantano de Torrejón, fue en su día el más majestuoso, pues contaba con cubos de más de ocho metros de alto y con una potencia que molía unos 200 kilos de trigo a la hora.

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Localización

Garganta de la Canaleja, Cáceres