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Palacio de los duques de Alba

Piedrahíta, Ávila

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El 'afrancesado' palacio de los duques de Alba es el lugar más visitado de Piedrahíta. Su inmensidad y belleza se puede observar incluso desde la lejanía. Sobre su planta en forma de U, se erigen dos pisos; uno de ellos en forma de buhardilla. Para acceder a él, hay que atravesar el patio de armas. Construido con fino granito, cuenta con una red de galerías y, en su día, fue un lugar de reunión, descanso e inspiración de las más célebres personalidades de la época, como Jovellanos o Goya. El pintor, prendado de sus jardines, decidió reflejarlos en dos de sus obras: ‘La Vendimia’ y ‘El verano’. En su interior, se encuentran sótanos, dos patios, estanques y fuentes. Una enorme escalinata permite el acceso a la parte alta de uno de sus jardines, repleto de flores que dotan a este palacete de una viveza única. Separada del palacio se encuentra la Torre del reloj, hecha de ladrillo y piedra. A su izquierda están las antiguas caballerizas y cocinas, que aún hoy son perfectamente reconocibles.
Sus paredes sufrieron las consecuencias de la guerra de la Independencia. Fue ocupado por las tropas comandas por el general francés Goudinot y destruido por el pueblo en señal de rebelión. Ni siquiera dicho conflicto logró apagar su luz. Una luz resplandeciente que no deja indiferente desde que fuera restaurado en el siglo XIX.

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