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Vitoria-Gasteiz, Araba/Álava
Dicen que en la variedad está el gusto y en Vitoria-Gasteiz van sobrados en ambos sentidos. Sus pintxos, delicias en miniatura, traspasan fronteras y atraen continuamente a los turistas, que se ven abrumados ante semejante exhibición gastronómica. Incontables, aúnan una amplia gama de sabores y suelen ir, en la mayoría de las ocasiones, acompañados de un buen vino. El reclamo es tan alto que sentarse a comerlos es prácticamente utópico. No queda más remedio que degustarlos de pie e ir saltando, como si de un canguro se tratase, de bar en bar. El objetivo es claro: llenar el estómago de buena manera. Un deseo que no resulta para nada difícil, ya que en la ciudad existen varias rutas en las que uno puede saborear estos manjares por los que más de uno se pelearía.
