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La huerta de Murcia engloba Alcantarilla, Santomera, Beniel y la propia capital murciana. Este territorio cuenta con una amplia red de acequias y campos de labranza implantadas en la época musulmana para aprovechar el caudal del río Segura. Fue entonces cuando la zona comenzó a destacar por su riqueza hortofrutícola. El extraordinario terreno donde nacen estos manjares es todo un símbolo regional. Siglos más tarde de las primeras acequias, la huerta sigue siendo tan importante que hasta se celebra una fiesta en torno a ella, el Bando de la Huerta.
Comenzamos nuestro recorrido en la capital. La vista más bella del centro urbano de Murcia está entre el puente Viejo y la Pasarela, junto al Museo Hidráulico de los Molinos del Río Segura (Molinos 1, 968 358 600). El casco histórico nos presenta la plaza del Cardenal Belluga, con su interesante catedral de corazón gótico y fachada barroca, acompañada por el palacio Episcopal y enfrentada al sobrio Ayuntamiento, diseñado por Rafael Moneo. Y de aquí… al tapeo. La calle tradicional para practicarlo es la de Ruipérez, donde podemos degustar Zarangollo, Hueva y mojama y, por supuesto, Pisto Murciano.
Archena es famosa por su balneario, que cuenta con un manantial de aguas minero-medicinales
Tras despedirnos de la capital, tomamos la carretera en dirección a Almería para llegar al monasterio de los Jerónimos, sede de la Universidad Católica San Antonio de Murcia. Un conjunto construido por los monjes en el siglo XVIII como refugio ante las frecuentes crecidas del río.
La ruta sigue después hacia Molina de Segura. Allí destaca el barrio del Castillo, los restos de la muralla musulmana y la iglesia de la Asunción, de estilo barroco-jesuítico. Desde Molina ponemos rumbo al norte, donde se encuentra el valle de Ricote, último refugio morisco en Levante en el siglo XVII, y que hoy es un oasis de cítricos y palmerales junto al río Segura.
Llegamos después hasta Archena, puerta de este valle. Su centenario balneariocuenta con un manantial de aguas minero-medicinales y un complejo termal que la convierten en uno de los centros de salud más conocidos de España. En la ciudad destaca también el palacete de Villarias, con un jardín romántico y las norias que acompañan el cauce del río a las afueras.
A partir de aquí, la ruta nos muestra la herencia morisca. Tomamos la carretera para llegar a Ulea, cuya iglesia de San Bartolomé contiene un interesante artesonado mudéjar, y a Ojós, con su iglesia de San Agustín, también mudéjar. En este punto podemos tomar un desvío para llegar a Ricote, cuya iglesia parroquial custodia una talla de San José atribuida a Salzillo.
Otra opción es la de dirigirnos hacia Blanca, que tiene una pasarela-mirador sobre el río Segura y está coronada por las ruinas del castillo de la Peña Negra. Entre ambas localidades hay una presa donde podemos hacer piragüismo.
Abarán será nuestra última parada tomando dirección a Cieza y bordeando entre naranjos el río por su margen derecho. Allí nos aguarda la noria Grande, una de las más antiguas de España, así como un casco histórico que se ordena en torno a la iglesia de San Pablo y la ermita de San Cosme y San Damián.
El Pisto Murciano no requiere mucho tiempo de preparación. Se pelan y cortan los tomates en trozos y se fríen en una sartén con abundante aceite, sal y un poco de azúcar. Se reservan. Aparte, se corta la cebolla en trozos pequeños, así como los pimientos verdes (a los que se habrán quitado las semillas) y la berenjena. Se rehoga todo junto en una sartén a fuego suave durante unos diez minutos. Se añade entonces el tomate y se deja rehogar diez minutos más. Por último, se sirve frío en cazuelitas de barro y se acompaña de pan, dado que es un plato que se presta a mojar.
Existe otra versión muy arraigada consistente en hacer el Pisto con huevos batidos. Los demás ingredientes no varían.
Este plato, de bajo valor energético, incluye en su composición distintas verduras, por tanto contiene fibra y es rico en micronutrientes (vitaminas y minerales). Entre las vitaminas destaca la vitamina A en forma de carotenos. Esta receta también aporta una cantidad importante de antioxidantes, como el licopeno del tomate. Si además se completa el plato con huevo y se acompaña de pan, estaremos consumiendo proteínas de buena calidad e hidratos de carbono complejos que completarán su valor nutricional.
Además del Pisto Murciano, destacan platos como Zarangollo, Guiso de Trigo, arroz con pollo y Costillejas. Es también típico en los bares y restaurantes de la plaza de las Flores de Murcia tomar una cerveza bien fría y una Marinera, una tapa a base de ensaladilla rusa y anchoa.
Ya en el siglo V a.C. los íberos asentados en Archena hacían uso del agua del manantial minero-medicinal del Paraje Natural del Valle del Ricote. Tiempo después, los romanos instalaron unas termas y hoy es el balneario de Archena, líder en turismo de salud en España (ctra. del Balneario s/n., 968 688 022)
El Bando de la Huerta se celebra el primer martes después de Semana Santa con gastronomía y una ofrenda a la Virgen de la Fuensanta. Tiene su origen en el siglo XIX, cuando unos agricultores repartieron productos de la huerta para protestar por sus carencias. Molina del Segura acoge el primer sábado de mes el Zoco del Guadalabiad.
Junto a la céntrica plaza de las Flores, en Murcia, se encuentra el Hotel Zenit Murcia (plaza de San Pedro 5-6, 968 214 742 ). A pocos metros del centro de la capital murciana, está también el Hotel NH Amistad-Murcia (Condestable, 1, 968 282 929).
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