{{title}}
{{buttonText}}

Una pastelería que es un museo modernista

Barcelona, Barcelona

Compartir

La Pastelería Escribà es una panadería familiar inaugurada en 1906 por la familia Serra, que se convirtió por casualidad en pastelería cuando una vecina de la época (recordemos que antaño no abundaban los hornos en las casas particulares) utilizó el negocio para hornear un dulce de origen valenciano, el pa cremat. El resultado fue desastroso. Para demostrar que el problema no era del horno, el panadero, también valenciano, repitió el dulce y lo puso a la venta. Visto el éxito, terminaron por contratar a un pastelero: Antoni Escribà. La historia es tan dulce como sus creaciones, puesto que diez años más tarde ese joven se casaría con Josefina Serra, la hija de los propietarios. Y así, hasta cinco generaciones de Escribà.

El local de la Rambla de les flors es la primera sucursal del negocio familiar y ocupa el local modernista de una antigua fábrica de pasta, 'Casa Figueras', fundada en 1820. Se conservan los mosaicos originales de Maragliano, donde se lee el nombre de la antigua fábrica, los vitrales modernistas (obra de Granell i Rigalt), los trabajos de cobre de Lacambra, los emplomados de cristal de Bohemia, hierro forjado, los mármoles, maderas... Hasta una escultura de Bernador, pinturas de Boix y una imagen de mármol de la Purísima en su interior.

Localización

Rambla de les flors, 83. Barcelona