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Fiestas de la Virgen Blanca

Vitoria-Gasteiz, Araba/Álava

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El cuarto día de agosto da comienzo y el sol castiga a Vitoria-Gasteiz. Es mediodía, pero el astro ha querido reservar pronto un lugar privilegiado en lo alto del cielo. Ni una sola nube dificulta su visión. Cualquiera diría que sabe la que se avecina. El nerviosismo se palpa en el ambiente y no es para menos. Es el día grande, la fiesta por antonomasia. Esa que lleva el nombre de su patrona, la Virgen Blanca, y le rinde el mejor de los tributos. La plaza comienza a llenarse, turistas y autóctonos se apresuran, conscientes de que pronto no cabrá un alma. Quedan diez segundos para que el reloj marque las seis en punto de la tarde y la afluencia es tal que incluso cuesta respirar. Puntual, el chupinazo acude a su cita en la décimo-octava hora del día. Las campanas de la iglesia de San Miguel repican sin control y el invitado estrella ya está listo. Este no es otro que el Celedón, una simpática figura, que desciende desde el campanario de la iglesia portando un paraguas. Podría ser Mary Poppins, pero no. Ella no está aquí. Ya le hubiera gustado tener tanta suerte. Bajo los vítores y los aplausos, el muñeco finaliza su aventura aterrizando en un balcón de una plaza que cuelga el cartel de ‘no hay billetes’.

Localización

Plaza de la Virgen Blanca, s/n, 01001 Vitoria-Gasteiz, Araba