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Almajano

Tierra de ríos y tregua entre reinos

A solo 14 kilómetros de la ciudad de Soria encontramos el pintoresco pueblo de Almajano, cuajado de calles empedradas y casas blasonadas donde se puede respirar la calma típica castellana. Su toponimia puede derivar de ‘el Mejano’ o ‘mojón’: cruce de caminos marcado por piedras que señalaría la cercanía de un campamento romano, cuyo nombre conservaría la ocupación árabe y posterior Repoblación. Cruza su término municipal un afluente del Duero, el Merdancho, al que se suman los arroyos de Narros y Moñigón. De hecho, esta localidad sobresale por su riqueza hídrica, con infinidad de fuentes y manantiales, como el conocido como ‘La Pradera’, que abastece de agua al pueblo. 

El paseo por Almajano nos permite hacer un viaje en el tiempo a la época medieval, con elementos como la casa de los Salcedo, en la plaza de la Constitución, que fue un pequeño castillo defensivo en el siglo XVI y conserva en su fachada el escudo familiar. También son de interés las casas construidas en la época de la Mesta (primer gremio ganadero organizado) en el siglo XVIII; con orgullosos blasones y puertas adinteladas. Otros monumentos importantes son la iglesia gótica de San Andrés Apóstol, construida en el siglo XVI sobre los restos de un templo románico anterior, y la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, levantada en el siglo XVIII a las afueras del pueblo.

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