La fecha clave en la historia de este municipio (conocido como Les Alqueries en valenciano) es 1985, año en el que sus habitantes lograron la ansiada segregación de Vila-Real, ciudad a la que pertenecía el pueblo. El Ayuntamiento, situado en las dependencias del modernista y neoclásico Chalé de Safont, se alza frente al monolito que recuerda la independencia de Les Alqueries tal y como lo hace la Fiesta de la Segregación, celebrada en junio. El nombre del pueblo se debe, por un lado, a la numerosa presencia de alquerías y casas de campo; por otro, a Nuestra Señora del Niño Perdido, a quien está dedicada la Iglesia Parroquial. Es interesante observar la histórica Masía Torre de la Regenta. Infinitos campos de naranjos rodean a este municipio de sobrios edificios modernistas.