{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Belmonte

Un pueblo de película

Compartir

En pocos lugares se puede sentir uno más cerca de la Edad Media que en la villa manchega de Belmonte. Declarada conjunto histórico artístico, la ciudad natal de Juan Pacheco y Fray Luis de León es una joya patrimonial incuestionable, con un casco urbano por el que da gusto pasear con tranquilidad y curiosidad.

Un lugar marcado por su imponente y bien conservado castillo gótico-mudéjar, aún unido a dos tramos de muralla que se mantienen en pie y se pueden atravesar por las Puertas de Chinchilla, la Estrella o Almudí. Dentro del recinto amurallado sobresale el perfil de la colegiata de San Bartolomé, en cuyo interior alberga una sillería de coro grabada digna de admirar, y llama la atención el antiguo Convento de los Jesuítas y su Plaza de Correos.

Por sus calles de sabor medieval también se dejan ver varios edificios señoriales que mantienen la nobleza histórica que tuvo la villa, cuya vida diaria se explica en el Museo Bellomonte, o el Palacio del Infante Don Juan Manuel, convertido en hotel y en parada de la Ruta de Quijote. Y para poder observar la villa en su conjunto, nada como alejarse hasta el molino El Puntal y disfrutar de un atardecer en la Mancha. 

 

Contacto