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Biescas

Ocio en el perineo aragonés

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Si existe un municipio, punto de conexión en el pirineo aragonés, es Biescas. A orillas del río Gállego, puerta al Valle de Tena, extremidad del monte Cotefablo... Vaya, que difícilmente el turismo podía resistirse por más tiempo a su invitación. Senderismo, equitación, escalada, pesca, esquí, parapente... No hay ocio que se os ocurra que Biescas no haya pensado primero, porque sus montañas se abren a rincones naturales. Incluso las festividades son un "cuando tú vas, yo vuelvo", y la ola de visitantes que llegan al chupinazo  de las Fiestas Patronales, las Ferias de Otoño o a la Romería de las Cruces dan fe de ello. Aparte, la arquitectura popular típicamente aragonesa campa por sus anchas en chimeneas troncocónicas y voladas balconadas, mientras la agricultura, ganadería y la artesanía pueden presumir de ser el motor que puso en marcha su desarrollo; claro, que la religión y lo civil no se quedan atrás y hacen acto de presencia en las ermitas de Santa Elena y en la Virgen de la Collada, las iglesias del Salvador y de San Pedro y la Torraza de Acín. Calles vetustas en el casco antiguo; ocio y atractivo, en el entorno; vida social, en la Plaza Mayor; belleza tradicional en el ayuntamiento... ¿Cómo os lo vais a perder?

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