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Botarell

Ecos del pasado entre el mar y la montaña

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Con la Costa Dorada a pocos kilómetros y las montañas tarraconenses a tiro de piedra, Botarell se erige como una magnífica opción como base de operaciones. Lo estratégico de su situación se percibe en elementos históricos como la Pedra Fita, una piedra emplazada en una de las entradas del pueblo cuyo origen no está exento de controversia, ya que hay teorías que afirman que se trata de un tipo de monumento funerario del Neolítico y otras dicen que es un mojón del siglo XII. De su estratégica ubicación habla también lo que queda del castillo del siglo XVI, situado por encima del núcleo urbano. Desde allí la vista es magnífica con el campo de Tarragona extendiéndose a los pies y moteado de antiguas masías, algunas de ellas modernistas y otras anteriores, de los siglos XIV al XVIII. En el centro de Botarell destaca la iglesia renacentista de Sant Llorenç y dos espacios dedicados al ocio y sosiego: el jardín botánico, con plantas mediterráneas, y la Font Vella, con más de mil años de historia. Un lugar donde se sitúa el origen del pueblo y que hoy es su centro neurálgico.

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