La historia de esta localidad berciana, fruto de la unión de Campo y Naraya (dos pequeñas poblaciones a ambos lados del arroyo Naraya), está vinculada a la historia del Camino de Santiago. Desde sus orígenes en el siglo IX, hasta el siglo XII, su importancia queda patente por la proximidad al monasterio cisterciense de Carracedo y por la existencia de una hospedería y uno o dos hospitales de peregrinos.
La producción agroalimentaria es importante en la localidad, con varios alimentos bajo Denominación de Origen o Indicación Geográfica Protegida: el vino, el botillo, el pimiento asado y la cecina entre los productos transformados, y la manzana reineta y la pera de conferencia entre sus frutales.
Existe un centro de interpretación del vino ubicado en el espacio natural La Cuesta.
La iglesia de San Ildefonso es de construcción reciente.