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Casar de Cáceres

Patria chica de las deliciosas tortas

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Próxima a la capital de la provincia, Casar de Cáceres es parada obligada desde antiguo por sus famosas tortas –que se pueden adquirir con facilidad por toda la localidad– y que merecen un Museo del Queso, ubicado en una casona típica de mediados del siglo XIX, donde se repasa la historia y el proceso de elaboración de este manjar. Tiene Casar de Cáceres un amplio patrimonio arquitectónico, en el que destacan la Iglesia de la Asunción, fechada en los siglos XV y XVI, y la Ermita de Santiago, junto al trazado de la Vía de la Plata, además de las de San Bartolomé, los Mártires y la Soledad. Sobresale también su estación de autobuses, conocida en el pueblo cariñosamente como 'la patata frita', obra del célebre arquitecto extremeño Justo Gracia, que es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil contemporánea de la comunidad autónoma. Del carácter industrioso de Casar de Cáceres nos hablan sus artesanías, como las cintas de castaños, enea o paja de centeno (bálago), las pieles curtidas o las artesanías de latón, recuerdos típicos que harán siempre recordar el paso por la localidad.

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