Cihuela
Castillos y palacios de nobles castellanos
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Los primeros pobladores de Cihuela se podrían remontar a la era del Paleolítico, según las pinturas y habitáculos hallados en las cuevas de Malamego y Valdelapiedra, Cueva Marco y Los Cuberos. Desde entonces se fueron sucediendo las civilizaciones, primero cazadoras y recolectoras y después agricultoras y ganaderas que habitaban esta comarca de Tierra de Ágreda.
De los siglos posteriores han transcendido sus templos y fortificaciones, como las ruinas del imponente castillo de Don Álvaro de Luna, construido en lo alto de un risco que domina el territorio y donado por el rey Juan II de Castilla al noble en el año 1444. Otra construcción medieval es el palacio gótico-renacentista de los Duques de Medinaceli, que hasta finales del siglo XIX fue sede del ayuntamiento.
El casco histórico se concentra en torno a un centenario Olmo, conocido por ser el punto de encuentro de los vecinos en el corazón de las llamadas Cuatro Calles principales y reunión de los pasos de la Virgen y el Niño el Día de Pascua.
Entre sus monumentos religiosos destacan la pequeña ermita de San Roque a las afueras y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XVIII según el canon del estilo neoclásico.
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