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Cogolludo

Tesoro monumental y natural

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Los orígenes de esta localidad, en los límites entre la Campiña y la Serranía, parece que estuvieron en un paraje conocido como el Lomo, donde hubo un núcleo de población en la Edad de Bronce. El hito más importante es el Palacio de los Duques de Medinaceli, monumento histórico-artístico, una maravilla renacentista (encargo de la familia Mendoza,1492-1505), que luce en la Plaza Mayor y recuerda las construcciones florentinas de la época. Tiene fachada con almohadillado, una puerta central y ventanas distribuidas simétricamente decoradas con elementos vegetales. Sobre el portón, un medallón imponente con la heráldica de la familia. Del interior se conserva el patio y una chimenea gótico-mudéjar. Hay visitas guiadas de las que informan en la Oficina de Turismo del ayuntamiento.

La porticada Plaza Mayor se completa con el ayuntamiento (siglo XVIII) y una fuente circular con cuatro caños. Otros lugares que hay que visitar son la iglesia de Santa María, del siglo XVI con peculiar campanario, que guarda entre sus muros un fresco de José de Ribera y combina el estilo renacentista de sus puertas con el gótico decadente de su interior; la iglesia de San Pedro, también del XVI, con portada herreriana; la ermita de la Soledad, renacentista, y el antiguo convento del Carmen, del que se conserva la fachada de la iglesia.

Imposible no divisar las ruinas del castillo (siglo XI), que se alza sobre la población, de planta pentagonal, torres en los ángulos, tres de ellas macizas y la cuarta circular, superviviente en la actualidad y testigo del devenir de un pueblo hermanado con la cultura.

El entorno en el que se encuentra Gogolludo invita a salir al campo a descubrir maravillas como el Parque Natural de la Sierra Norte, el Hayedo de Tejera Negra o la Reserva Natural Pico del Lobo.

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