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El Barco de Ávila

Baño de patrimonio histórico, artístico y natural

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Localidad de unos 2.500 habitantes que dista de Ávila 86 km.

Es más que un conjunto histórico-artístico (tiene incoado el expediente para la declaración como BIC de su casco histórico), también es un epicentro entre geografías. La del valle del Tormes, desde luego, pero también tiene acceso directo a la zona del río Aravalle, al macizo occidental de Gredos y el Parque Regional, al oeste la sierra de Béjar y, Tormes arriba, a la zona del macizo central con las mayores cumbres del centro de la península. Por el sur quedan cerca las comarcas extremeñas de la Vera y el Jerte.

Sin embargo, la población y sus alrededores de montaña (bosque, pastizal y roca) y río (soto, prado y huerta) se bastan para una experiencia completa. Monumental, combina la arquitectura de granito en las viviendas (algunas casas también encaladas) con grandes casonas palaciegas: empezando por la casa del Reloj,actual oficina de turismo, la de la Recaudación con sus tres grandes ventanales o la de los Balcones porque fue la primera en incorporar esa novedad que la nombra en el pueblo.

De la casa de los Gasca solo se conserva la portada. También el caserón del antiguo ayuntamiento o la de la cárcel, que hoy alberga salas de exposiciones o el Consejo Regulador del producto gastronómico estrella: la judía del Barco (no solo de esta comarca, también de la de Piedrahita). Desde 2014 también cuenta con un Museo de la Judía.

El Barco es castro militar. La estampa del caserío pegado al Tormes frente al puente románico de ocho ojos, todos distintos, se completa con la mole del castillo de Valdecorneja al otro extremo. Sin adorno, guerrero y nada más. Y antiguo. No extraña que se edificase sobre un castro vetón en el punto más alto. Del castillo partían las murallas, hoy el resto más visible es la puerta del Ahorcado. En la ribera opuesta, frente el castillo, resiste la torre del Cubo. El románico no es el único puente destacable. En la confluencia de Tormes y Aravalle cruza el de las Aceñas, de cinco ojos.

Escenarios contrastados: la amplia plaza Mayor con soportales desiguales; la calle Mayor donde se concentran las casas de más empaque; y la calle de la Gallatera, la más breve y estrecha del caserío. Le decían el callejón de los Combates por los enfrentamientos contra los franceses en la guerra de Independencia.

Del patrimonio eclesiástico destaca la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, una joya gótica con trazas que recuerdan a la catedral de Ávila y una fuente monumental al frente. Añade dos ermitas, dos capillas y las ruinas de un convento franciscano. La fachada del Hospital de San Miguel, restos de molinos, la antigua regadera, el edificio de los lavaderos de lana que se transformó en hotel, la gran casona del ayuntamiento y hasta un yacimiento calcolítico completan el álbum cultural del Barco.

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