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Guadalupe

Meta de peregrinación

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Guadalupe es un pueblo acogedor en el que conviven callejuelas y casas serranas de fachadas impolutas que reposan sobre suelos empedrados. Su hospitalidad se deduce de la visión del conjunto de albergues y sanatorios y del hecho de que muchos de los hogares abren sus puertas al visitante para ofrecerle cajas de frutas recolectadas de las huertas cercanas. Los locales no conocen otra manera de actuar; su municipio es el segundo lugar de peregrinación más importante de España. La "culpable" de obrar el milagro fue la Virgen de Guadalupe, de origen mejicano y patrona de los hispanohablantes, que tiene su hogar en una de las obras cumbres del gótico mudéjar español, asignatura obligatoria para los estudiantes de arte y Patrimonio de la Humanidad: el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. En él tendrá que empezar la visita, pues en su sacristía aguardan obras de Zurbarán y en el camarín de la Virgen, además de su imagen, hay lienzos de Lucas Jordán. Y en torno al gran tesoro de la localidad creció la Puebla, conjunto histórico-artístico dibujado por una muralla que sigue viva en los arcos de San Pedro, del Chorro Gordo y de Sevilla, albergando en su interior el antiguo Colegio de Infantes, convertido hoy en Parador Nacional. Si nos acercamos a la Puebla Vieja, nos encontramos con las casas de la judería y la Plazuela de los Tres Chorros, así como los restos de la muralla exterior, los arcos del Tinte y de las Eras. Por ellos saldremos para investigar los alrededores de Guadalupe, que esconden la Ermita del Humilladero, que parece vigilar el conjunto monástico desde las alturas, y la Granaj de Mirabel, elegida como lugar de descanso por los Reyes Católicos, Alfonso XIII, Raniero III de Mónaco o Unamuno. Recorrido el municipio, entendemos por qué.